martes, 10 de agosto de 2010

ENSAYO SOBRE EL METODO FILOSOFICO, (1933-4), R. G. Collingwood, U. N. A. M., México 1965.

IDEAS

I. INTRODUCCION

$1 Formulación del problema: atender al método filosófico como distinto de los métodos histórico y científico. (Para evitar el utopismo apela a los argumentos del pasado, atender a la historica, pero debe tratarlos como preliminares de la cuestión capital, apelaremos al final a "nuestra propia experiencia" y a "nuestra conciencia de que cuando estamos entregados a él, son estos los principios que tratamos de seguir" (7-8). El pensamiento y la acción -ética y lógica- se autoimplican. Aunque es un error admitir que el predicado ético arroja luz sobre la naturaleza misma del pensamiento -pragmatismo-, si arroja luz sobre las condiciones en que se desarrolla el pensamiento. Sin confundirse se solapan (7-8).

$2 "No encontrará un esquema (el lector) de un plan general dentro del cual se asignará un valor propio a la poesía, la historia, la ciencia y la filosofía" (11). (Contra dialéctica del conocimiento).

II. COINCIDENCIA PARCIAL DE LAS CLASES

$2 Las clases filosóficas específicas de un género filosófico no se excluyen mutuamente, sino que coinciden en parte (29). La coincidencia parcial de las clases debe servir como una clave para descubrir las peculiaridades que distinguen al pensamiento filosófico del científico (29). Parece por estos casos que cuando un concepto tiene una significación doble, filosófica y no filosófica, en su fase no filosófica califica a una parte limitadaa de la realidad, mientras que en su fase filosófica, se escurre o escapa de estos límites e invade territorios vecinos, tendiendo a la postre a teñir nuestro pensamiento de realidad en su conjunto (32). (Juicios e inferencias, universales-particulares, afirmativos-negativos). (Lo placentero, lo conveniente, lo justo). (El deseo, el interés propio, el deber).

$3 En filosofía no puede emplearse ningún método que dependa, para su validez, de la mutua exclusión de las clases (40). Cualquier distinción en filosofía puede ser una distinción sin una diferencia, o, alternativamente, que donde se distinguen dos conceptos filosóficos, se mantiene válida la fórmula de Aristóteles, según la cual ambos son la misma cosa pero su ser es diferente (43). La verdadera labor de la filosofía consistirá en distinguir conceptos como estos, que coexisten en sus casos (44). La distinción puede ser ejemplificada por los mismos casos. (Dos o más conceptos que difieren específicamente pueden coincidir en los mismos casos).

III. LA ESCALA DE LAS FORMAS

$1 LLamo escala de formas a un sistema que combina las diferencias de grado con las diferencias de naturaleza, implicando que un concepto genérico se especifica de una manera un tanto peculiar. Las especies en las que se divide estan relacionadas de tal forma que cada una de ellas no solo icorpora la esencia genérica de una manera específica, sino que también incorpora algún atributo variable en un grado específico (49). Siempre que la variable alcance al aumentar o disminuir cieros puntos críticos en la escala, una forma específica desaparece y es reemplazada por otra (50). En una escala de formas no filosófica, la variable es algo estrínseco a la esencia genérica (51). En una escala filosófica de las formas la variable es idéntica a la propia esencia genérica (52). El resultado de esta identificación es que, cada forma, en la medida en que se encuentre en un punto bajo la escala, es una especificación imperfecta o inadecuada de la esencia genérica, la cual se alcanza con adecuación progresiva mientra se asciende la escala (52).

$2 Puesto que la especificación filosófica se refiere a opuestos y la no filosófica a distintos cualesquiera distinciones que se encuentran en un tema filosófico deben ser desterradas como ajenas a la esfera de la filosofía o bien deben ser interpretadas de modo que aparezcan como casos de oposición (55). Podemos deshacernos entonces de todos los puntos intermedios entre opuestos (56). Todos los problemas de distinción son problemas empíricos y el verdadero problema filosófico no puede siguiera nombrarse (nombrarlo es distinción). Dilema respecto al concepto mismo de especificación (filosófico -oposición-, no filosófico -distinción-).

$3 Las diferencias del concepto filosófico son diferencias a la vez de grado y de naturaleza. Por eso no puede ser medidas, puesto que la medición se aplica solo a diferencias de grado; y esta es la base real de la distinción entre una escala filosófica de las formas y una no filosófica (61). En la especificación de un conceptos filosófico debe haber solo una clase de diferencia; una diferencia de grado, pero no mesurable, y una diferencia de naturaleza, pero no susceptible de ordenamiento en especial no graduadas; esto es una diferencia entre las diversas formas en que la esencia genérica está encarnada que es también una diferencia en el grado en que estas formas se encarnan (62). En el pensamiento filosófico la distinción y la oposición se combinarán necesariamente en un tipo peculiar de relación que no es simple distinción ni simple oposición, sino que participa de ambos caracteres; una relación que subsiste entre los términos a la vez opuestos y distintos (63). La distinción y la oposición que en el pensamiento no filosófico son dos clases de relación que se excluyen mutuamente, en la filosofía se funden en una, de modo que lo que a primera vista parece una simple oposición -estos es, la relación entre el término y su propia esencia- viene a ser también una distinción entre dos términos y viceversa (64).

$5 El extremo inferior de la escala no es pues el cero sino la unidad o realización mínima de la esencia genérica (67). En las formas de una escala cada una es buena en sí misma, pero mala en relación con la anterior, de modo que, estemos donde estemos, nos encontramos en un punto mínimo de ella (70). Cada término, que en sí mismo es simplemente una forma específica de la bondad tiene también una doble relación con sus vecinos; en comparación con el inferior, pretende ser lo que es (72). El término superior es una especie del mismo género que el inferior, pero difiere tanto en grado como una encarnación más adecuada de la esencia genérica, cuanto en clase, como una encarnación específicamente diferente (72). De ahí se infiere que no es solo distinta a ella, como una especificación de otra sino también como una especificación superior respecto de la inferior. La superior niega, pues, a lo (73) inferior y al mismo tiempo lo reafirma. Lo niega como una encarnación falsa de la esencia genérica y reafirma su contenido, esa forma específica de la esencia, como parte integrante de sí misma. Esto explica la coincidencia parcial de las clasese en un género filosófico. El superior afirma lo positivo del inferior pero deja de icluirlo en su integridad porque hay un apecto negativo del inferior que es rechazado por el superior: el inferior además de asentar su propio contenido, niega que la esencia genérica contenga algo más, y esta negación constituye su falsedad. Lo inferior coincide en parte con lo superior en un sentido diferente: no incluye a lo superior como parte de sí mismo, sino que adopta una parte del contenido positivo de lo superior, mientra que rechaza otra parte (74). Lo superior reafirma necesariamente y siempre a la inferior; y la inferior no algunas veces sino siempre afirma parcial e icompletamente a la superior (75). (La clave está en entender que oposición y distinción son especificaciones del género relación que como concepto filosófico no se excluyen, sino que pueden darse unidos. Esto coincide con que la diferencia de grado no puede medirse porque el grado especifica una nueva naturaleza. Es la diferencia entre calor y frío físico y calor y frío sentido. Lo malo es distinto de lo bueno a la vez que opuesto).

IV. DEFINICIÓN Y DESCRIPCIÓN

$1 Definir no significa hacer algo absolutamente definido de algo absolutamente indefinido. sino hacer más definido lo que en cierta manera ya era definido (78-9). En la ciencia exacta una definición enuncia la esencia como distinta de las propiedades; esta últimas, que se deducen lógicamente de la esencia, se enuncian como teoremas (79). Supóngase que existiera un tipo de concepto que no pudiera ser dividido para ser expuesto de esta manera; un tipo de concepto tal que, al exponerse, la parte uterior de su consistenciam en vez de depender de la anterior como punto fijo, sirviera más bien para calificar o explicar tal parte enterior. Se trataría de una definición, pues enunciaría la esencia; el concepto seguiría siendo indefinido solo en el sentido de que no habría frase u oración que pudiera ser ailada de su contexto y titulada definición (79). Tal es el caso de la filosofía y tiene que ser así si es que las epecies de un género filosófico coinciden en parte. La esencia y las propiedades son dos epecies de atributos, y las definiciones y los teoremas son dos definiciones correspondientes de la exposición (80). Para una persona que tenga ya sus ideas acerca de un determinado concepto, las definiciones de ese concepto que la lógica formal condenaría como circulares, metafóricas u oscuras, tendrían un gran valor (82).

La exposición de un concepto filosófico tiene cierta semejanza con la descripción empírica. Ambas aspiran a ser completas y renuncian al intento de seleccionar un elemento y llamarlo esencia, deduciendo el resto a partir de él. La descripción empírica lo hace porque no conocemos suficientemente la estructura del concepto; la exposición filosófica lo hace porque lo conocemos demasiado bien como para contentarnos con una separación que en buena medida sería arbitraria (82-3). La exposición filosófica describe el objeto de que se ocupa no solamente enumerando el objeto de estudio, sino exponerlos de tal manera que muestren sus conexiones (83). Las diversas fases contituirán una escala de formas que empezará con una definción rudimentaria, a la que se agragarán determinaciones cualitativamente nuevas que alterarán gradualmente la definición original (las fases que atraviesa la definición no son solo nuevas en grado sino también en naturaleza). (definir es redefinir. En todo discusión filosófica, comenzamos por conocer algo sobre el asunto en cuestión y se procede a aprender más, y el proceso termina cuando la definición encunai todo lo que el concepto contiene. No hay una definición última, del mismo modo que no hay un punto cero. El método filosófico cuanta con el prejuicio de la concepción ordinaria -se parte siempre de una determinada comprensión. El preceso dialéctico de superación, negando que ese prejuicio lo sea todo, y conteniéndolo a un nivel superior).

V. EL JUICIO FILOSÓFICO: CUALIDAD Y CANTIDAD

$1 Rechazar una posición filosófico es aceptar la responsabilidad de ofrecer una posición mejor. De ahí que en filosofía suceda lo que suceda en otras disciplinas es regla metódica sana el que toda negación implique, en este sentido, una afirmación (89). Un juicio no filosófico, cuando afirma, niega sin discriminación todos los juicios incompatibles con él; un juicio filosófico, cuando afirma, destaca algún juicio incompatible se totaliza en la negación de tal juicio y con tal negación enfoca o define su propia significación precisa (89). (diferencia material histórico y filosófico).

Donde el concepto genérico es filosófico, especificado en una escala de formas en el cual el juicio intenta afirmar la más elevada, su negación de todas las formas inferiores se resume en una negación, a saber a la forma más próxima (90). Sin un análisis sistemático y minucioso de las concepciones falsas para descubrir dónde está su falsedad, no hay en filosofía posibilidad de alcanzar una verdad digna de ser alcanzada (91).

S es P y no Q, S no es Q sino P- La peculiaridad del juicio filosófico en lo que toca a la cualidad reside, pues, en la peculiar intimidad de la relación entre sus elementos afirmativo y negativo, que es de tal naturaleza que P no puede afirmarse válidamente si se deja Q, y no se puede negar válidamente a Q si se deja indeterminado P (92).

$2 La filosofía utiliza los tres modos de universalizar. Generaliza aseverando acerca del concepto en cuanto tal lo que encuentra en sus ememplificaciones individuales, pero no es más que una clave para resolver el problema, no una solución sustantiva (96). Al igual que la ciencia empírica la filosofía puede argumentar que sus diferentes especies de un concepto concuerdan se tratará de un rasgo que pertenece a la esencia genérica, pero es no es definitivo. Como ciencia exacta se propone determinar a priori las características que pertenecen por necesidad a sus conceptos en su verdadera universalidad, pero es tentativa mientras no se verifique con hechos, que se da realmente en sus especificaciones. (Caulquier aserción acerca de un concepto genérico que sea verdadera cuando es aplicada a una de sus formas específicas, probablemente requiera modificación antes de que pueda ser aplicada a cualquier otra forma (95). (En filosofía cada tipo de universalización -generalización de los individuales, particularización, deducción a priori- es falaz por sí mismo: coexisten limtándose y controlándose los tres tipos).

VI. LA FILOSOFÍA COMO PENSAMIENTO CATEGÓRICO

$1 Las proposiciones universales establecidad por la ciencia tiene un carácter hipotético que no es desemejante al de la proposiciones matemáticas (no existen las enfermedades típicas) (100). El cuerpo de conocimientos científicos se expresa en proposiciones que son lógicamente intermediarias entre dos órdenes categóricos, las proposiones de hecho que son su datos y las proposiciones de hecho que son sus aplicaciones, y este cuerpo consiste en proposiciones hipotéticas. El pensamiento filosófico difiere a este respecto tanto de las matemáticas como de la ciencia empírica. El cuerpo o sustancia de este pensamiento consta de proposiciones categóricas. (El objeto de la filosofía solo puede ser concebido como existente: caracter prescriptivo y normativo).

$2 La prueba ontológica ofrece una idea de la filosofía como forma de pensamiento en que la esencia y la existencia, por más claramente que se distingan, se conciben como inseparables. Según esta concepción y a diferencia con las matemáticas y la ciencia empírica, la filosofía se encuentra obligada a sostener que su asunto no es una mera hipótesis sino algo que existe actualmente (105). Si la lógica fuera meramente descriptiva, vendría a ser una psicología del conocimiento. Su propósito sería procurar una especia de anatomía o fisiología del entendimiento, y sus objetivos, estructura y métodos se adecuarían en general al esquema de la ciencia empírica. Debe ser normativa (105). Pero tampoco puramente normativa como la ciencia exacta. En geometría el cuerpo de la ciencia es heterogéneo respecto del asunto: en lógica son homogéneos idénticos, pues las proposiciones de las que consta deben adecuarse a las reglas que establece (106). Respecto de sí misma solo puede colocarse en una actitud que es tanto descriptiva como normativa (107). Igual con la ética, la filosofía moral es la explicación de cómo piensa la gente que se debe comportar (108).

$3 No basta con decir que en la ciencia el cuerpo de conocimientos es hipotético con elementos categóricos subsidiarios, y a la inversa en la filosofía, ya que en la filosofía la relación entre los dos elementos es mucho más íntima que lo que el contraste implicaría (109). El pensamiento hipotético es parte integrante del categórico, y esto es una consecuencia necesaria de la coincidencia parcial de las clases y se sigue de la hipótesis que se ha formulado en este ensayo: las clases de juicios hipotéticos y categóricos coinciden en parte (110).

Como el juicio es un concepto filosófico también en la ciencia hay coincidencia. Las proposiciones hipotéticas entrañan ciertos elementos categóricos que son necesarios: una sólida estructura de hechos y verdades sobre los que el cuerpo plegable de la hipótesis científica vive una vida parasitaria (110).

VII. DOS POSICIONES ESCÉPTICAS

Mediante qué tipo de razonamiento o inferencia se establecen las proposiciones filosóficas (113).

$1 Filosofía crítica: puedo probar que una respuesta es falsa sin pretender saber que otra es verdadera, pues mi método consiste en examinar las respuestas que dan otras personas y mostrar que son contradictorias en sí mismas (114). El escepticismo es en verdad un dogmatismo disimulado, contiene teorías positivas sobre la naturaleza, el método y las limitaciones del pensamiento filosófico. De aquí que sea inconsistente y falso respecto de los propios principios que profesa y además deshonesto pues aplica a otros una forma de crítica que en su propio caso no admitiría (116).

$2 Filosofía analítica: La filosofía no puede establecer posiciones positivas, pero no por esto ignoramos necesariamente las respuestas correctas a los problemas filosóficos (116). A la filosofía no le queda otras cosa que hacer que analizar el conocimiento que ya poseemos: tomar proposiciones que ofrece la ciencia y el sentido común y revelar su estructura lógica o "mostrar exactamente qué queremos significar cuando decimos" (117). La idea analítica de la filosofía implica una tercera clase de proposiciones, que no son ni los datos ni el análisis (las proposiciones del sentido común que hay que analizar) ni sus resultados (las proposiciones en que aquellas se resuelven) sino los principios de acuerdo con los cuales procede (118).


Hay una clase de proposiciones que tiene que ser incluida en la enunciación de la posición del filósofo analítico y es la que comprende los principios conforme a los cuales procede el análisis que constituyen una teoría acerca de la naturaleza y el método de la filosofía; es una teoría filósofica y es constructiva, cosa que el filósofo analítico descuida (119).

Ambas teorías escépticas se derrumban si las sometemos a examen y ambas por idéntica razón. Cada una de ellas niega una filosofía constructiva; cada una de ellas pretende poseer, no un cuerpo de doctrina, sino solo un método; no un método para llegar a concluiones filosóficas positivas sino un método para hacer otra cosa distinta, en un caso demoler falsas filosofías, en otro decidir exactamente qué quermemos decir cuando formulamos una proposición (121). Si aceptamos la coincidencia parcial de las clases sabemos que un filósofo que desarrolla un argumento puramente destructivo está obligado a asumir, consciente o inconscientemente, una posición constructiva, y la única alternativa que le queda es la de desarrollar tal posición explícita o críticamente o superponerla subrepticiamente (121). El analítico concede de buen grado la diferencia entre saber que esto es una mesa y saber lo que quiero decir cuando digo que esto es una mesa. Pero si en el caso de la filosofía las especies de un género coinciden en parte, la aseveración y el análisis, por más que sean cosas distintas, no pueden separarse de la filosofía (122). El analítico cree que el filósofo tradicional confunde al decir "yo no puedo hacer A sin hacer B" y dice que no los distingue cuando en realidad las distingue y se rehúsa a separarlas (122).

VIII. INDUCCIÓN Y DEDUCCIÓN

$1 La ciencia exacta funciona con axiomas lógicos que no son parte de ella y axiomas especiales que no requieren demostración. Los axiomas especiales no son conocidos como verdaderos sino que únicamente se les supone (126). El cuerpo entero de la ciencia está formado por supuestos, de dos clases: supuestos primarios o fundamentales -axiomas especiales- y aupuestos secundarios llamados conclusiones (127). El argumento de los axiomas hasta las conclusiones es irreversible.

$2 En su exigencia de razonamiento riguroso la filosofía se asemeja a la ciencia exacta. No se puede afirmar una conclusión si no se tiene una razón válida y suficiente (127). Pero el filósofo no posee dos tipos de axiomas sino uno solo, el tipo de axiomas que pertenecen a su propio cuerpo (128). Además tales axiomas tiene que ser afirmados categóricamente, no pueden ser meramente supuestos. Cuando Hegel señaló que la filosofía se encotraba en la peculiar posición de estar obligada a justificar sus propio punto de partida, no constituyó una novedad (los teoremas en filosofía son controvertibles) (131).

$3 Justificar el propio punto de partida solo puede hacerse si la filosofía, en vez de tener una dirección irreversible que arranca de los principios para avanzar hacia las conclusiones tienen una dirección reversible, por lo cual los principios establecerían las conclusiones y recíprocamente las conclusiones establecerían los principios (132). Esto significa que en cierto modo ya conocíamos las conclusiones (132). Porque las formas de conocimiento a que se llegan significa conocer diferente (133). En filosofía conocemos el objeto en cuestión sin que medie prueba alguna y el servicio que nos presta la prueba no consiste en asegurarnos que el objeto es así, sino en mostrarnos porqué es así, ayudándonos con ello a conocerlo mejor (133). Si la filosofía difiere de la ciencia exacta de la manera dicha -por la anticipación de sus conclusiones por una experiencia que las posee en sustancia antes que comience su razonamiento- otras diferencias se seguirán de esta: en filosofía las conclusiones puede ser verificadas comparándolas con estas anticipaciones, y mediante esta confrontación pueden verificarse los principios que operan en el razonamiento (134).

$4 El razonamiento inductivo pretende establecer proposiciones universales mediante el examen de los hechos individuales. La conclusión, al empezar el proceso, debe estar ya presente en forma de una hipótesis que hay que verificar poniéndola en relación con los datos (135). Establecer significa establecer como probable (136). Los principios son de dos tipos lógicos y suspuestos necesarios si hemos de argumentar (el futuro será como el presente) (136). Los principios nunca aparecen como conclusiones (137). El movimiento lógico del pensamiento inductivo es irreversible igualmente. Los principios no reciben apoyo a su vez del proceso inductivo mismo. O bien son ciertos o son meras suposiciones (137). En la filosofía la misma proposición que al principio sabíamos que era verdadera queda reafirmada con pruebas en el cuerpo del sistema. En la ciencia empírica el conocimiento inicial no es el material del cual se edifica la teoría, sino la base sobre la que se edifica (138). Puesto que las conclusiones son universales las proposiciones iniciales también son universales. Los datos de la filosofía deben ser aprehendidos por algo que participa de la naturaleza de lo que solemos llamar pensamiento (138). En filosofía el por qué las cosas son así se acusa de manera distinto de que son así (139). La teoría que surge de la consideración de los hechos no es una nueva hipótesis sino que son los mismos hechos entendidos de una manera más cabal (139).

$5 En filosofía hay una continuidad en la experiencia y en la teoría; la teoría no es otra cosa que la experiencia misma perno con mayor énfasis en su universalidad, con sus conexiones y contradicciones lantentes sacadas a la luz de la conciencia (140). Lo que se exige a lo superior no es solo que concuerde con lo inferior, sino más bien que lo explique; que perpetúe su sustancia bajo una nueva forma, relacionada con la vieja forma así como un hecho, más las razones que lo apoyan (141). La concepción crítica lleva razón en cuanto que cualquiera que se la doctrina positiva que se propugne, el paso siguiente es demolerla, destruirla en cuanto teoría, dejándola revivir únicamente como experiencia (142). La concepción analítica es correcta en cuanto que afirma que el primer dato es ya conocimiento y procede a explicar lo que eso significa (pero su forma original se desvanece). Es deductuiva pero algo más, porque los principios están expuestos a la crítica y deben ser defendidos por el éxito que tengan en la tarea de explicar nuestra experiencia (143). Es inductiva porque es un intento de discernir los principios que corren a todo lo largo de la experiencia y lo hacen un todo racional, pero la experiencia no son datos sino el mismo materiall, de experiencia de vivir, el teorizar (143).

IX. LA IDEA DE SISTEMA

$1 Construcción implica sistema, y en filosofía que tiene entre sus tareas necesarias la de entenderse a sí misma, un periodo de esfuerzo constructivo debe ser una época en que el pensamiento se conciba a sí mismo como esencialmente sistemático en la forma (145). A fin de cuentas la filsofía es una forma de pensamiento humano sujeta al cambio, expuesta al error y capaz de progreso. El filósofo, por tanto, a semejanza de cualquier otro estudioso debe resumir su progreso de tiempo en tiemppo y expresar sus conclusiones en una forma sistemática, si es que el progreso ha de continuar (148). Puesto que toda filosofía es, en parte un préstamo de las filosofías del pasado, y, en parte, una colaboración con las del presente, no puede haber tal cosa como un sistema privado, personal o autosuficiente. Si alguna vez en el pasado se pudo imaginar que esto podría ser así (y esto es un problema histórico) es preciso renunciar a tal veleidad para el futuro (150). El filósofo al hacer su contribución personal debe reconsiderar la pregunta general de qué es la filosofía (151). De la naturaleza peculiar de la filosofía se sigue que todo filósofo, si hace genuinamente su propia contribución al conocimiento, no añade meramente otro item al inventario sino que remodela de nuevo en su mente la idea de la filosofía como un todo (151).

$2 Bajo una forma u otra la idea de sistema es inevitable en filosofía (153). ¿Qué tienen en común los problemas filosóficos? Les une el conjunto de la filosofía, en su aspecto formal como concepto de pensamiento filosófico, y en el concepto material como el concepto de asuntos filosóficos o tópicos de pensamiento (154). Si el concepto de filosofía es un concepto filosófico, los diferentes grupos de tópicos filosóficos no solo coinciden en parte, sino que serán filosóficos de diferente manera y también en diferente grado; y los métodos apropiados a su estudio guardarán conformidad de diversas maneras y en diversos grados, con la idea general de método filosófico (155). La filosofía como un todo, y en sus formas como sistema, se nos aparece ahora como una escala de filosofías , cada una de las cuales difiere de las restantes no solo en especie (155), sino también en grado en cuanto que encarna más o menos adecuadamente el ideal del método genuinameente filosófico aplicado a un asunto genuinamente filosófico (156).

Una parte de todo filosofar sistemático consiste en mostrar la verdad de las teorías que, consideradas como filosofías distintas y autosuficientes, tendrán que ser condenadas como errores (156). Un sistema filosófico pretende ser final, pero la pretensión siempre será falsa pues las puertas del futuro siempre están abiertas. AL construir un sistema tiene su lugar en una escala cuya estructura es tal que cada uno de los términos en ella, resume la totalidad de la escala hasta ese punto, por más alto que ascienda de la escala el (156) filósofo nunca llega a un fin absoluto, ya que al alcanzar ese punto se le presentan nuevos problemas, pero el filósofo siempre se encuentra en un final relativo, debe conocer cual es su posición y resumir el progreso que le ha llevado hasta allí, so pena de no progresar más si no lo hace (157). Un sistema filosófico pretende ser completo, pero en realidad no es más que una contribución que ha hecho sus autor a una síntesis más amplia. Como filosofía individual es una entre muchas, pero en cuanto reintérpretes de las filosofías anteriores las reafirma como elementos dentro de sí, resume el curso anterior de esa historia, siendo así tanto universal como particular (157).

Un sistema filosófico pretende ser objetivo, pero en realidad solo puede expresar las concepciones privadas y personales del autor. En la medida en que cualquier hombre es un filósofo competente, su filosofía se desprende por necesidad objetiva de su situación en la historia del pensamiento y del problema al que se enfrenta; pero situación y problema son únicos y por ende ningún sistema de un filósofo debe aceptarse sin modificación. El que cada filósofo deba rechazar los pensamientos de los otros, considerandos como filosofías autosuficientes y que al mismo tiempo deba reafirmarlas como elementos de su propia filosofía, no se debe a causas de gusto y temperamento, sino a la estructura lógica del pensamiento filosófico (157). El desarrollo histórico de la filosofía se debe a la estructura lógica del pensamiento filosófico. (157) La filosofía exige una flexibilidad uniforme o metódica, en la que el método cambie de un tópico a otro porque la forma y contenido está cambiando a medida que el pensamiento se aproxima gradualmente al idea de un asunto perfectamente filosófico por un método perfectamente filosófico (158).

$3 El juicio de que la filosofía es esencialmente sistemática es categórico: quien trate de pensar filosóficamente y lo logra en cierta medida debe encontrar y efectivamente encuentra cuando reflexiona sobre ello que su pensamiento adquiere forma como sistema (158). Esta tendencia constante encuentra su expresión de maneras infinitamente variadas y encuentra una manera dondequiera que la filosofía encuentra un nuevo tipo de diversidad que haya que organizar como un todo (158). La división convencional de las ciencias filosóficas corresponde a la idea de sistema solo de una manera aproximada y tosca; pero solo en la medida en que sí corresponde puede reclamar importancia filosófica, de otro mod no prepresenta más que una agrupación empírica de tópicos filosóficos (159).

La historia del pensamiento filosófico en cuanto que historia genuina y no mera secuencia temporal de acontecimiento inconexos, exibe el mismo tipo de aproximación. Cada filósofo lo hace mejor al hacerlo de una manera diferente, asimilando lo que le parece verdadero, rechazando lo que le parece falso, y produciendo así una nueva filosofía que es a la vez una versión mejorada de lo anterior. Toda la historia del pensamiento es la historia de un solo intento sostendio de resolver un solo problema permanente (159).

Todas las filosofías del pasado quedan resumidas en la filosofía del presente, y constituyen una escala de las formas que nunca empiezan y nunca terminan, que son diferentes a la vez en grado y en especie, distintas las unas y las otras y expuestas las unas de las otras (160) Lo que es permenente y esencial no es tal o cual sistema, pues cada sistema es particular no es más que un informe provisional sobre el progreso del pensamiento hasta el momento en que está efectuado (ni siquiera la idea del todo sistemático es permanente) sino la necesidad de pensar sistemáticamente (162) (El problema eterno es la necesidad de organizar sistemáticamente la diversidad). (Filosofía identificada con la historia: la filosofía es el continuo movimiento de dar cuenta que produce nuevos problemas en un proceso dialéctico, asumir lo anterior y negarlo en tanto que autosuficiente).

+ (sentido de la filosofía del presente. La sistematización no es una imposición de las reglas externas sino que para ordenar debe aprehender las relaciones correctamente. Debe tomar las obras filosóficas como intentos de dar cuenta de su verdadera tarea, como especies que difieren en grado, del género del concepto filosófico. la idea del todo va también transformándose a medida que asciende de la escala, de modo que el criterio es correctivo y transformativo por el h echo de que deba comprenderlo desde sus propias reglas).

X. LA FILOSOFÍA COMO RAMA DE LA LITERATURA

(diferencias esenciales entre el método histórico y filosófico)

$1 El prosista está empeñado en decir algo; en este sentido el poeta no intenta decir nada; lo único que intenta es hablar (164). Pautas formales similares a las de la poesía están emergiendo diempre enla estructura de la prosa para voloverse a perder; emergen porque sin ellas el lenguaje sería totalmente no poético, dejando con ello de ser lenguaje; ser vuelven a perder porque en la prosa la forma está subordinada al contenido y la poesía inherente al lenguaje se fragmenta por lo tanto en un miríada de poemas incipientes (165).

$2 La función del lenguaje es explicar o expresar; si el lenguaje no puede explicarse a sí mismo no hay nada más que lo pueda explicar; y un término técnico en la medida que requiere explicación no es, en esa misma medida, lenguaje, sino alguna otra cosa que se asemeja al lenguaje en cuanto que significa algo que, por sí mismo, no es ni expresivo ni explicativo de algo (167). El elemento técnico en el lenguaje científico es un elemento ajeno a la esencia del lenguaje en cuanto tal (167). En filosofía, donde las especies de un género no se excluyen mutuamente, ningún concepto puede ser una novedad absoluta para nosotros; a lo sumo llegaremos a conocer mejor lo que en cierta medida ya conocíamos (168). El lenguaje del filósofo es un lenguaje literario y no un lenguaje técnico. Dondequiera que un filósofo utiliza un término que requiere una definición formal, la intrusión de un elemento no literario en su lenguaje corresponde a la intrusión de un elemento no filosófico en su pensamiento: o un fragmento de ciencia o un trozo de filosofar incipiente; tres cosas que en este caso no son fáciles de distinguir. La terminología de un filósofo debe tener la expresividad, la flexibilidad y la fidelidad al contexto, características del uso literario de las palabras en oposición al uso técnico de los símbolos (169). Se debe esperar que los términos filosóficos expresen su propio significado en virtud de la manera como se los utiliza, al igual que las palabras en el lenguaje ordinario (169). No debeesperar que las palabras signifiquen siempre lo mismo; debe esperar que la terminología filosófica, como todo lenguaje, está sometida a un proceso de desarrollo y debe recordar esto, lejos de hacerla más difícil de entender, es lo que permite expresar su propio significado en vez de ser incomprensible salvo en su definiciones, como es el caso de un conjunto de términos técnicos y por lo tanto artificiales (170).

$3 La filosofía es opuesto a la historia en el sentido que está dirigida primordialemente por su automatismo, mientras que en el orden de los acontecimientos que narra el historiador no nos interesa sus estados de conciencia. El filósofo, en el desempeño de su ocupación, siempre se ve obligado a confesar sus dificultades, mientras que el historiador, en cierta medida, siempre trata de ocultarlas (171). Un escrito filosófico es esencialmente una confesión, una pesquisa de la mente acerca de sus propias deficiencias y un intento de ponerlos remdio al reconocerlas como tales (172). En la historia no nos proponemos seguir los procesos de pensamiento mediante los cuales llegaron al conocimiento de tales cosas, eso solo podríamos hacerlo conviertíendonos en historiadores consumados y esto no podemos hacerlo leyendo llibros sino trabajando como ellos en las fuentes originales (172). Lo que exigimos al historiador es un producto del pensamiento; lo que exigimos al filósofo es el pensamiento mismo (173).

$4 En este sentido la filosofía se asemeja a la poesía, porque en la poesía también el escritor se confiesa ante el lector y le acepta en el seno de la intimidad más secreta. Si una obra filosófica merece ser llamada poema, hay que añadir que no es un mero poema sino un poema del intelecto. Lo que se expresa en él no son emociones, deseos o sentimientos que una mente pensante experimenta en su búsqueda del conocimiento; y los expresa solo porque el conocimiento es parte integrante de la búsqueda y esa búsqueda es el pensamiento mismo: es poesía solo en el sentido en que toda prosa es poesía; poesía modificada por la presencia de un contenido, algo que el escritor trata de decir (173). Donde la prosa se acerca más a la poesís es en la filosofía; es un caso representativo de una tendencia universal en la literatura filosófica y a la que esta se rinde en la justa proporción en que su pensamiento es más prfundo y su expresión más adecuada (174). El filósofo debe utilizar el lenguaje como el poeta: como instrumento de exploración de la propia mente y para sacar a la luz lo que en ella hay de oscuro y dubitativo. El filósofo utiliza los principios de la poesía para hacer prosa (174). El arte del prosista debe disimularse a sí mismo porque en él el lenctor debe ver las profundidades del pensamiento y no la belleza del lenguaje (175), para domesticar la prosa, en la justa medida que expresen pensamiento y nada más.

$5 El lector tiene que intentar compartir la experiencia del autor, que su doctrina sea verdadera o falsa es totalmente secundario (175). Respecto de la poesía también difiere la filosofía en que el lector también debe pensar la experiencia del autor (176) la comprensión y la crítica o entender lo que el escritor quiere decir y preguntarse si es verdadero, son dos actividades distintas pero no serparables (176). El problema de si las ideas de un hombre son falsas o verdaderas, no se suscita sino cuando hemos definido cuales son esas ideas (177). En la verdadera crítica cualquier rechazo está necesariamente matizado por ciertas concesiones, por un determinado grado de simpatía e incluso de asentimiento (178).

XI. CONCLUSIÓN

Desde el punto de vista de una teoría racional de la filosofía, la historia pasada del pensamiento deja de parecer irracional; es un cuerpo de experiencia al que podemos recurrir confiados, porque entendemos los principios que operan en él y a la luz de tales principios lo encontramos inteligible (184-5). (El pensamiento filosófico tiene una estructura fija, el método de la coincidencia parcial de las clases).

El estudioso de las ciencias naturales partiendo de la suposición de la naturaleza es racional, no se ha dejado desviar de esa suposición por ninguna de sus dificultades con que ella lo ha hecho tropezar (184-5). De modo que en vez de pedir perdón por suponer que hay algo así como una tradición filosófica (puesto que eso es lo que parece hacer al argumento de C. algo circular, que podemos comprender la historia del pensamiento como una legalidad gracial al concepto de filosofía que nos da), descubrible mediante el estudio histórico, y que esta tradición ha avanzado sobre líneas razonables que cualquier crítica filosófica debe apreciar, yo mantendría que se trata de la única suposición que se puede hacer legítimamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario